El pasado lunes tuvo lugar en el Teatre Akadèmia la primera lectura dramatizada del IV Ciclo de Lecturas Dramatizadas organizado por la AADPC, Fundación AISGE y Fundació Romea.

Con un aforo casi lleno, durante los cerca de 60 minutos que duró la lectura, el público pudo disfrutar de la vigorosa y entusiasta interpretación de los actores Cristina Martínez, Núria Rocamora y Ireneu Tranis. Sin parar de hacer listas y recontar caracteres que puedan caber en un tweet, recitando poemas, intercalando frases en inglés e, incluso, en japonés, los actores fueron interpretando la Ifigenia niña y adulta, sus padres, las profesoras, taxistas y sociólogas que pasan por su vida.

Ifigenia es una niña con una creatividad sublime, pero que se siente oprimida por la sociedad que lo rodea, con un resultado de mujer insatisfecha que no encaja en el mundo. Hay un fragmento que ilustra cómo la protagonista experimenta esta presión de la sociedad. La ciudad donde vive queda absolutamente saturada porque caen 4 gotas, ella huye en taxi hacia su casa. Pero lo que realmente querría ella es llevarse la lluvia en casa y convertirse en el árbol que crece gracias a esta agua.

Esta dualidad entre el destino que quiere Ifigenia y lo que le viene marcado es constante. Es lo que atrajo a la directora Elena Fortuny de la obra de Silvia Navarro, según quedó patente en el coloquio que se hizo una vez finalizada la lectura, moderado por la propia directora y donde intervino también la autora, junto con el equipo artístico.

De la misma manera que comenzó de manera contundente con un tiro disparado por Ifigenia y matando el pájaro del twitter, la lectura terminó taxativamente con la decisión por parte de Ifigenia que la única lista que tenía que hacer antes de morir no era otra que vivir.