Ante el artículo de investigación periodística sobre acoso y abuso de poder en el sector de las artes escénicas -llevado a cabo por Núria Juanico y Albert Llimós, y también ante lo que se ha desencadenado, como Junta Directiva de la AADPC:

o Recordemos una vez más a cualquier profesional del sector, tanto si forma parte de nuestra asociación o no, que la AADPC continúa ofreciendo apoyo tanto jurídico como de apoyo solidario, y que la ejercemos con valores como el respeto, la integridad y la educación, ya que entendemos que también forman parte de nuestro trabajo.

o Remarcamos la importancia de tener conciencia de colectivo. La solidaridad, sin fisuras en casos como el que nos referimos, todavía es un grado no alcanzado en otros ámbitos de nuestro oficio. Participar activamente en la defensa de los derechos y el cumplimiento de los deberes laborales, por ejemplo, facilitaría mucho la detección de las irregularidades y su solución.

o Pedimos a las personas que sufran, o que sean testigos de cualquier tipo de acoso o abuso, que hagan el paso primordial y necesario para activar todos los protocolos y mecanismos de defensa existentes. El silencio es el mejor suelo abonado para quien abusa y / o acosa.

o Reclamamos que los entornos de formación deben ser lugares seguros, libres de cualquier posibilidad de abuso por parte de quien sea, y donde todo el mundo se sienta siempre escuchado y amparado. Esta garantía recae en la dirección de cada centro, que es y debe ser responsable y que debe asumir las consecuencias que se derivan de una falta grave de inacción y rigor en sus atribuciones.

Finalmente, esperamos que la Comisión que investiga los casos de abuso y acoso en el ITB llegue al fondo de la cuestión para erradicar de una vez por todas esta lacra, que no sólo afecta a las Artes Escénicas sino a la sociedad en general.